Países que normalicen lazos con Israel deben ser condenados, dice el jefe de Hezbolá

Nasrallah dijo durante un discurso con motivo del cumpleaños de Mahoma que todos los musulmanes “deben asumir la responsabilidad de lo que le está sucediendo al pueblo palestino y a la mezquita de Al-Aqsa”.

“En lugar de atender este llamado, vemos movimientos hacia la normalización. Cualquier país que pueda firmar un acuerdo de normalización debe ser condenado y responsabilizado por sus acciones”, añadió.

Funcionarios israelíes, sauditas y estadounidenses han manifestado un mayor optimismo en las negociaciones sobre un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita en las últimas semanas.

En su discurso ante la Asamblea General el mes pasado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que cree “que estamos en la cúspide de una paz histórica entre Israel y Arabia Saudita. Una paz así contribuirá en gran medida a poner fin al conflicto árabe-israelí”.

El príncipe heredero saudí, Mohammad bin Salman, también comentó sobre las negociaciones con Israel en una entrevista con Fox News el mes pasado.

“Cada día que nos acercamos, parece que por primera vez es algo serio. Veremos cómo va”, dijo, añadiendo que su país podría trabajar con Israel, sin importar quién esté a cargo y pidiendo un posible acuerdo. “El mayor acuerdo histórico desde el final de la Guerra Fría“.

Israel Hayom informó hoy que los funcionarios israelíes y sauditas sienten que el principal obstáculo en las negociaciones es el enfoque del gobierno de Joe Biden en la cuestión de los palestinos como parte de cualquier acuerdo.

Una de las fuentes afirmó que los desacuerdos sobre los temas centrales de las negociaciones, incluido el pacto de defensa entre Estados Unidos y Arabia Saudita y el programa nuclear saudita, no son muy significativos y pueden superarse, pero los estadounidenses están prestando excesiva atención a la cuestión palestina de una manera que amenaza con colapsar todo el proceso.

La Autoridad Palestina se ha opuesto a cualquier esfuerzo de los Estados árabes y musulmanes para alcanzar acuerdos de normalización con Israel, incluidos los Acuerdos de Abraham de 2020.

El gobierno iraní y sus organizaciones terroristas aliadas, incluidos Hezbolá y Hamás, también se oponen a los esfuerzos de normalización.