Amenaza de una nueva guerra entre Israel y Hamás
La organización terrorista Hamás que gobierna a dos millones de palestinos en la Franja de Gaza, cumple un año desde que inició la Gran Marcha del Retorno (30 de marzo de 2018) que semanalmente ha congregado entre 8 mil y 10 mil gazaties que protestan con creciente violencia entre la frontera de la Franja de Gaza e Israel. De acuerdo a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en algunas semanas de protesta han participado familias enteras hasta sumar 20 mil personas.
Hamás envía niños y mujeres a las marchas en la Frontera de Gaza, táctica que utiliza para atraer la atención de periodistas extranjeros y defensores de derechos humanos insitu, para hacer más dramática “la muerte de inocentes”. Asimismo, Hamás alienta a mujeres y niños a lanzar piedras, artefactos explosivos y bombas incendiarias contra los soldados israelíes. Una táctica verdaderamente cobarde por parte de Hamás.
El objetivo principal de la Gran Marcha del Retorno es “convocar a los palestinos para que se manifiesten contra la ocupación israelí y el bloqueo que se ha impuesto a Gaza, así como el reclamo de los derechos de los refugiados palestinos al retorno que con la creación del Estado de Israel, derivó en la huida o expulsión de sus hogares de alrededor de 750 mil palestinos en 1948.
Las milicias infiltradas llaman a los palestinos a morir como mártires en vez de morir por la opresión y la humillación; invocan al sacrificio y a la muerte. La fanática e irracional actitud de los manipulados protestantes ha causado hasta el presente 300 muertos y más de 23 mil heridos palestinos.
El grupo independiente de derechos humanos, Un Watch, ha señalado que Hamás utiliza de manera cínica a civiles como escudos humanos con el fin de ganar apoyo político de los organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, mismo que recientemente publicó un estudio que realizó sobre la situación en Gaza, acusando a Israel por “crímenes de guerra contra la humanidad, contra supuestos manifestantes pacíficos” en la frontera con Gaza. Aparentemente la comunidad internacional ignora el derecho de Israel a defenderse.
En este contexto, Hamás ha enviado repetidamente a territorio israelí globos con explosivos que han provocado incendios en amplias superficies de tierra agrícola cercanas a la frontera con Gaza, causando pánico entre los agricultores y sus familias con elevados costos económicos. Asimismo, en noviembre pasado, Hamás y otras milicias yihadistas lanzaron más de 300 cohetes en dos días, varios fueron interceptados por el sistema de Defensa Aérea Cúpula de Hierro del Ejército, empero, otros cayeron en zonas habitadas causando varios muertos y heridos.
En las últimas semanas han repuntado las tensiones y los choques a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel. Los habitantes de Gaza nuevamente han lanzado globos con explosivos a territorio israelí y paralelamente han realizado protestas nocturnas en las que han arrojado explosivos contra soldados israelíes con el propósito de dañar la valla fronteriza. Las FDI han realizado bombardeos aéreos contra instalaciones militares de Hamás.
El gobierno de Israel ha advertido, presionado por los residentes de las comunidades cercanas a la frontera con Gaza, que ahora la agresión de Hamás se replicará con mayor intensidad. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha tratado de ceder parcialmente en los ataques contra Hamás para no dañar su campaña electoral del próximo 9 de abril.
Hamás, con su actitud bélica, ha deteriorado severamente las condiciones de vida de los habitantes de Gaza, su infraestructura está colapsada. Un conflicto de mayor envergadura con Israel podría calmar temporalmente el descontento interno. En este entorno, Hamás e Israel tienen un enemigo común en Gaza, la Yihad Palestina que dejó de coordinar su actividad militar con Hamás. En este sentido, la Yihad ha sido responsable de la mayoría de los ataques con cohetes contra Israel en los últimos meses.
La Yihad, que recibe apoyo de Irán, es un grupo intransigente, con su propia agenda, y justamente ha incrementado su ofensiva contra Israel, cuando Hamás, a través de terceros, principalmente Egipto, está en negociaciones con Israel. Israel debe abordar la anarquía que se vive en Gaza o finalmente realizar una invasión terrestre.
Por lo demás, cualquier tregua con Hamás no será duradera: Hamás se fundó en 1987 como una rama palestina de la Hermandad Musulmana, es decir, es un grupo terrorista que en su carta fundacional contempla la destrucción de Israel.
Israel a través de Egipto entregó recientemente a Hamás una lista de compromisos para mejorar las condiciones de vida en Gaza: agua, electricidad, expansión de las áreas de pesca, aumento del monto de bienes que le llegan desde Israel, entre otros. Hamás consideró que las propuestas eran insuficientes.
El nuevo gobierno de Israel, que se conformará después de las elecciones, tendrá que decidir entre debilitar o acabar con Hamás.
Con información de: ENLACE JUDIO
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