La Bomba de Tiempo que podría revertir las Elecciones en Israel
México e Israel – La decisión del gobierno de Israel de retener 500 millones de shekels ($ 140 millones) de los ingresos fiscales que recauda para la Autoridad Palestina puede ser una buena política, pero puede llevar a la guerra.
Bajo la superficie hay una bomba que hace temblar y que podría alterar toda la campaña electoral, aunque no tenga nada que ver con las investigaciones del primer ministro o la alianza de los partidos centristas.
Una serie de acontecimientos negativos en temas relacionados con los palestinos (Jerusalén, prisioneros, fondos de la Autoridad Palestina y la infraestructura de Gaza) amenazan nuevamente con una escalada entre Israel y los palestinos, posiblemente durante las seis semanas que quedan hasta las elecciones. Los propios palestinos, e incluso Jordania, son responsables de algunos de estos eventos, pero parece que el liderazgo israelí está avanzando hacia una posible crisis con los ojos bien abiertos.
La semana pasada, bajo claras restricciones políticas, el gabinete de seguridad decidió implementar una ley aprobada por la Knéset el año pasado y deducir 500 millones de shekels (140 millones de dólares) de los ingresos fiscales que recauda para la Autoridad Palestina, como castigo por la ayuda financiera que la AP proporciona a los presos de seguridad. Israel intentó algo similar en enero de 2015, pero rápidamente lo anuló bajo presión palestina. Ahora, en medio de la campaña electoral y ante acusaciones de que el primer ministro Benjamín Netanyahu es blando con el terrorismo, tiene poco espacio para maniobrar. La decisión de deducir los fondos de la Autoridad Palestina se tomó a pesar de la oposición de los jefes de las fuerzas de seguridad.
El corte previsto ya está causando tensiones en Cisjordania. Oficiales de seguridad en contacto con los palestinos informan que los residentes temen que la Autoridad Palestina no pueda pagar los salarios y que no puedan solventar sus deudas e hipotecas. La reacción en cadena también dañará a la Franja de Gaza. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ya anunció que parte del dinero retenido por Israel se deducirá de los fondos que la Autoridad Palestina paga a la Franja, lo que tendrá un impacto inmediato en la situación económica allí. Mientras tanto, Hamás juega con fuego al permitir enfrentamientos violentos con tropas de las FDI a lo largo de la frontera de Gaza casi todas las noches.
Por su parte, los miembros del aparato de seguridad de la Autoridad Palestina compiten para expresar solidaridad con los prisioneros, y anuncian que donarán parte de sus salarios a sus hermanos encarcelados. Dentro de las cárceles, la situación dista de ser tranquila. En los últimos días, por orden del ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, y del comisionado interino del Servicio de Prisiones de Israel, Asher Vaknin, los guardias de la prisión han estado reprimiendo a los presos en posesión de teléfonos celulares prohibidos al instalar bloqueadores de recepción en las bandas de seguridad.
Hace unos días, un prisionero palestino trató de prenderse fuego en protesta por el deterioro de las condiciones de los prisioneros, pero los guardias lograron impedirlo antes de que se hiciera daño. El domingo, algunos líderes de los prisioneros de Hamás y Fatah anunciaron su renuncia en respuesta a los movimientos contra el uso de teléfonos celulares.
Se echó más leña al fuego en la ubicación más sensible de todas, el Monte del Templo. Hace dos semanas, Jordania anunció que siete palestinos se unirían al Consejo del Waqf de Jerusalén (fundación islámica), que responde a Jordania. Los nuevos miembros, que fueron elegidos en coordinación con la Autoridad Palestina, son en su mayoría miembros de Fatah, habitantes de Jerusalén. La semana pasada hubo una confrontación por la decisión unilateral palestina de abrir una sección del Monte del Templo conocida como la Puerta Dorada que Israel había sellado hace 13 años.
Todos estos eventos juntos podrían convertirse en componentes de una gran conflagración. A principios de este mes, el jefe del Estado Mayor de las FDI, Aviv Kojavi, ordenó al ejército intensificar los preparativos para una operación en la Franja de Gaza y el domingo se lanzó un ejercicio sorpresa del Estado Mayor, con Gaza en mente. Estos movimientos, junto con una mejor preparación, también sirven para indicar a Hamás que no ponga a prueba a Israel. La pregunta es cómo los líderes de Hamás, Ismail Haniyeh, y especialmente Yahya Sinwar, leen esta demostración de fuerza.
Este problema es principalmente de Kojavi. El primer ministro se distrae con sus problemas legales, más recientemente,la prohibición de recibir fondos de asociados cercanos para cubrir los gastos de su defensa legal. Los ministros se encuentran en medio de la campaña electoral y el gabinete de seguridad no se reúne para debates exhaustivos. Kojavi, al igual que su colega, el jefe del servicio de seguridad de Shin Bet, Nadav Argaman, deberá mostrar firmeza ante un sistema político que está perdiendo los frenos.
Cabe hacer otro comentario, con la debida precaución. La tensión en el ámbito político ha aumentado estos últimos días. Lo que al principio parecía una campaña aburrida cuyos resultados estaban previstos ahora se ha convertido, al menos según las encuestas, en una carrera relativamente cercana. Pronto caerá otra bomba, en forma de las recomendaciones del fiscal general Avichai Mendelblit sobre los casos de corrupción de Netanyahu. Este sería un buen momento para que el Shin Bet examine cuidadosamente las medidas de seguridad para los miembros principales del sistema judicial, así como para los principales rivales de Netanyahu, aunque sólo sea por la pequeña posibilidad de que alguien pueda traducir los desacuerdos en actos violentos.
Con información de: ENLACE JUDIO
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