Más de 350 cristianos murieron en ataques de musulmanes, sólo este año

La violencia contra los cristianos en Nigeria está cada vez más acentuada. La región más afectada es la del Cinturón Medio de Nigeria, que incluye los estados de Kaduna, Plateau, Benue, Nasarawa y Taraba. Los ataques son realizados por los fulanis.






A pesar de la pasividad del gobierno, que presenta dificultades en tener estadísticas precisas (además del hecho de no ser datos confiables), la Organización Puertas Abiertas registró al menos 32 incidentes involucrando a los fulanis desde el inicio de 2018.

Se sabe que los ataques causaron la muerte de al menos 350 aldeanos, en su gran mayoría cristianos. Los colaboradores y socios de Puertas Abiertas pudieron hacer visitas a los cristianos afectados en los ataques en el estado de Taraba. Los que profesan la fe cristiana fueron hallados en extrema necesidad de oración y apoyo.

Disputa por tierras

Otra forma de perjudicar a los cristianos es el intento de destruir sus tierras. En Taraba, los creyentes en Jesús hacen un buen uso de sus terrenos plantando granos. Pero a principios de este año, época de la cosecha del millete, pastores de cabras fulanis atacaron las aldeas de Lau y Karim, sin ninguna razón.

La gravedad del ataque fue tan grande que aproximadamente 50 cristianos fueron muertos y la mayoría de los habitantes perdieron sus propiedades, que fueron incendiadas por los agresores.

David Yerima es un pastor que vive en Lau. A pesar de eso, él cuida de una iglesia en Zing. En el momento del ataque él estaba en Zing y albergó a 26 personas que huyeron de Lau en su iglesia. El otro día, el pastor fue a Lau para ver la situación y enterrar a los muertos.

“Enterramos a 35 personas, incluso a dos pastores que se quedaron atrás para vigilar sus iglesias. Fue un sepultamiento en masa, porque no daba tiempo de enterrar cada uno individualmente. A pesar de no haber quemado ninguna iglesia, ellos robaron los diezmos y sacaron todos los instrumentos y sillas y los quemaron del exterior de la iglesia “, dijo David.

Incluso su casa fue completamente incendiada, junto con el granero donde almacenaba sus granos. “Todo mi trabajo fue en vano. “No sé dónde voy a arreglar comida para todos los que están abrigados en mi iglesia en Zing”, subraya.

Comfort Obida tiene 36 años. Ella es viuda de uno de los pastores que fueron muertos por los ataques. En el día de la investidura contra los cristianos ella logró huir. Al día siguiente, cuando intentó ponerse en contacto con su marido, se enteró de que había sido muerto.

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Ahora ella tiene que encontrar una manera de proveer sustento para sí y sus cuatro hijos. “El que más entristece mi corazón es que mi marido no tiene una tumba específica, donde yo y mis hijos podamos ir y rendir los últimos homenajes. Creo que nunca más voy a ser feliz hasta morir y encontrarlo de nuevo. Estoy seguro de que está en el cielo. Él murió protegiendo la casa del Señor “, dijo al lamentar.

Con información de: BIBLIATODO