China implanta un sistema de detección de personas que supera al de Minority Report
La vigilancia constante mediante un gran ojo que lo ve todo es un tema que inquieta desde que en 1948 George Orwell escribiera su ucronía 1984. Ahora acabamos de saber que en China se está implantando un sistema de reconocimiento de personas en espacios públicos que va más allá de lo augurado por la propia ciencia ficción.
Si en la película Minority Report, adaptación de un relato de Philip K. Dick, todo el mundo era identificado por sus ojos, el sistema implantado en el país asiático va más lejos. Gracias a la inteligencia artificial se pueden detectar los movimientos de una persona por espacios públicos con un alto grado de fiabilidad. Incluso en situaciones adversas de visibilidad.
China está haciendo un gran esfuerzo en desarrollar tecnologías de inteligencia artificial. En ese contexto es en el que la empresa SenseTime ha lanzado este sistema de vigilancia. Esta corporación china está especializada en imagen computacional y abarca áreas muy diversas de negocio: desde la videovigilancia hasta algoritmos para aplicaciones de edición de imágenes.
Según la información de su página web, parece una declaración de intenciones que esté completamente escrita en chino y sin ninguna clase de información en inglés, sus algoritmos son capaces de analizar rostros de personas en movimiento entre una multitud, incluso aunque las personas cambien de expresión.
SenseTime también presume de disponer de algoritmos similares a lo que logra el nuevo sistema de desbloqueo del iPhone X basado en el reconocimiento de rostros. Pues al parecer son capaces de detectar si lo que está captando la cámara es un rostro real o una foto.
En cualquier caso al margen de este ejemplo, las tecnologías de inteligencia artificial aplicadas a la videovigilancia están experimentando un extraordinario auge. Como tuvimos oportunidad de comprobar en la última edición de la Canon Expo, que se desarrolló en París en 2015.
La empresa japonesa, que está diversificando su negocio de imagen hacia el lucrativo sector de la vigilancia, mostró tecnologías de seguimiento similares a las de SenseTime. Incluso tuvimos la oportunidad de conocer sistemas que pueden respetar la privacidad de un determinado número de personas, permitiendo que sólo sean rastreadas una o varias personas.
Los retos de estas tecnologías tienen connotaciones políticas. Los grandes caudales de información que pueden suministrar los sistemas de reconocimiento de imágenes, impulsado por cámaras cada vez más mejoradas, no sólo deben ser no sólo controlados con gran rigor.
También planea la duda de si cualquier que disponga de medios económicos debería acceder a estos sistemas. De la misma forma que existe un control sobre la venta de armas, quizá debería existir un control sobre esta clase de tecnologías pues su impacto social puede ser enorme.
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