Internacional - Objetivo principal: el gobierno islámico mundial

EDUARD YITZHAK / Enlace Judío México – Los máximos comandantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica [CGRI] han resaltado que “la Revolución Islámica en Irán es únicamente la primera etapa en el camino hacia la expansión del mandato del Islam chiíta en el Medio Oriente y en todo el mundo”, y que a los comandantes del CGRI les corresponde la misión de hacer avanzar la Revolución Islámica a nivel mundial y gobernar el mundo bajo la Sharía (la ley islámica).

Estos comandantes argumentan que los Estados Unidos, a los que califican de ser “el líder del mundo de la arrogancia” se oponen al Islam, y que la República Islámica de Irán es portadora de la Revolución Islámica a nivel mundial, y que “a pesar del mundo de la arrogancia, la Revolución Islámica es fuerte gracias al Líder Supremo iraní Alí Jamanei y al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica”. [1]

Estos comandantes son conscientes que el potencial bélico de su país no puede vencer en una guerra convencional al resto de los países del mundo, y así lo ha manifestado públicamente el Comandante de la Armada del CGRI Ali Fadavi diciendo que “aunque nuestros equipos no se comparan con los del enemigo, con la bendición de la fe en Alá y el espíritu que busca el martirio, los enemigos temblaran de pavor y que gracias a Alá, hoy el pensamiento de la Revolución islámica se ha expandido. Hoy no combatimos en casa sino a miles de kilómetros más allá de nuestras fronteras”. [2]

Estos máximos mandos militares creen firme y religiosamente, y así declaran, como lo ha dicho Ali Saeedi, representante del Líder Supremo Jamenei en el CGRI, que la Revolución Islámica debe ser fortalecida con el fin de crear el marco adecuado para “la revelación de la promesa de Alá de que las fuerzas musulmanas se impondrán al resto de la humanidad”. [3]

El Líder Supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha declarado el 26 de junio de 2017 al finalizar la fiesta del Eid al-Fitr, al concluir el Ramadán, que es imprescindible combatir a Israel para conseguir el objetivo final del gobierno islámico mundial, y esta guerra contra Israel ha sido declarada como principio de fe, de Yihad y como “una obligación para todos los musulmanes”. [4]

Ali Jamenei ha afirmado que “de acuerdo a la jurisprudencia islámica, cuando un enemigo toma tierras musulmanas, la Yihad en cualquier forma posible se vuelve una obligación cotidiana. Hoy la lucha contra el régimen sionista es obligatoria y necesaria para los musulmanes. ¿Por qué algunos evaden esta obligación?”.

Esta obligación islámica de combatir a los “infieles” que han tomado tierras musulmanas no sólo se circunscribe en Israel, sino también a España, Portugal, Francia, Italia, Austria, Hungría, Bulgaria, Grecia, Rusia; pero la enfermiza obsesión sobre Israel se debe a que desde la visión religiosa islámica, que es la imperante en la República Islámica de Irán, Arabia Saudita y todos los países gobernados por el islamismo, la emancipación del pueblo judío y su culminación en la recuperación parcial de su tierra, Eretz Israel, provoca el miedo teológico del Islam al ver el incumplimiento de las profecías musulmanas recopiladas en el Corán y los hadices sobre el pueblo judío: “La Hora no vendrá hasta que los musulmanes combatan con los judíos y los maten. Los judíos se esconderán detrás de rocas y árboles, y estas rocas y árboles dirán: ¡‘Oh, Musulmán, Oh, siervo de Alá! ¡Hay un judío detrás mío, venid y matadlo!’ (Todos los árboles dirán esto con excepción de gharqad (lycium), ya que es un árbol de los judíos)”. Los hadices profetizan en los últimos días que todos los judíos y cristianos que no se conviertan al Islam serán exterminados y toda la tierra será musulmana. [5]

Estos líderes religiosos y militares iraníes, como sus colegas sunnitas, creen firmemente en el Islam y consideran, con razón, que si Israel cae ante el Islam, la base ideológica judeocristiana de Occidente se desploma al afirmarse en las profecías bíblicas el retorno del pueblo judío a su tierra, Eretz Israel, y esta –hipotética- derrota israelí dará fuerza a los salafistas, que son más del 30 por ciento de los musulmanes del orbe, rememorando al Batalla de Badr que tuvo lugar el 13 de marzo de 624 (el 17 de Ramadán del año 2 después de la Hégira en el calendario musulmán) en la región de Hiyaz en Arabia occidental (actual Arabia Saudita), fue una batalla clave en los primeros tiempos del Islam y un punto de inflexión en la lucha de Muhammad contra los politeístas de la tribu Quraysh de La Meca. En la historia islámica, la batalla de Badr se ha transmitido como una victoria decisiva atribuible a la intervención divina o, por fuentes seculares, al genio militar de Muhammad. Es una de las pocas batallas mencionada específicamente en el Corán. Para los primeros musulmanes, la batalla de Badr fue la primera señal de que podían derrotar a sus enemigos de La Meca. Los mecanos tenían un ejército tres veces mayor que el de los musulmanes y mucho más pertrechado, con mejor armamento y con una potente caballería. La victoria musulmana también hizo ver a otras tribus que había surgido un nuevo poder, el Islam, lo que fortaleció la posición de Muhammad como líder de la comunidad musulmana.

En Occidente en general y en Europa en particular los musulmanes de segunda y tercera generación son los que más apoyan porcentualmente la Yihad, por lo que una victoria sobre Israel aglutinaría a muchísimos musulmanes a la Yihad, lo que debilitaría enormemente a Europa por el terrorismo yihadista y las guerras intestinas en el Viejo Continente entre salafistas – yihadistas y grupos militarizados de extrema derecha.

Irán, Arabia Saudita y los países gobernados por el islamismo “necesitan” levantar el estandarte del combate contra el enemigo común, Israel, para aglutinar a las masas musulmanas, tanto sunnitas y chiítas, y más en estos momentos en que ambas ramas del Islam se combaten mortalmente en Siria, Irak, Yemen y otros lugares del planeta y además la Yihad contra Israel, país que es considerado por el islamismo como el causante de todos los males, de la falta de adecuación y adaptación del mundo musulmán a los tiempos actuales y sus retos, lo que sirve como chivo expiatorio del retraso del mundo musulmán y del fracaso en todas las áreas (social, económica, política, científica y tecnológica) de la teocracia islámica, tanto sunnita de Arabia Saudita, como la chiíta de Irán.

El totalitarismo islámico de los salafistas y yihadistas gozan del colaboracionismo europeo de la extrema derecha y de la extrema izquierda y de sectores pretendidamente moderados del socialismo. En el Reino Unido, el líder laborista y probable nuevo Premier en una futuras próximas elecciones, Jeremy Corbyn, justifica de manera cómplice a los asesinos yihadistas, ha calificado a los islamoterroristas de Hamás de “amigos” y ha insistido después del atentado en el puente de Londres que los que apoyan abiertamente al Estado Islámico no deben ser procesados, ya que es una “visión política”. [6] Una web neo nazi británica apoyó oficialmente al líder socialista del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, en las recientes elecciones generales británicas (8 de junio de 2017) debido a sus credenciales antisemitas. El Daily Stormer, al frente de sus aspiraciones nazis, “está diseñado para servir como un frente incondicional para la conversión de las masas a la ideología antisemita pro-blanca”, como así manifiesta su editorial, tiene una sección titulada “El problema judío”. El miércoles 7 de junio de 2017, su editor Andrew Anglin publicó un respaldo oficial para Jeremy Corbyn, enumerando varias razones, pero sobre todo porque el líder laborista es “seriamente antijudío”. [7] En España, el dirigente del partido extrema izquierdista, Podemos, herederos de Stalin y nostálgicos del Gulag, cuyo Gran Líder, el judeófobo Pablo Iglesias reconoce con orgullo la financiación de la República Islámica de Irán, para desestabilizar España. [8]. Como dice el refrán inglés: Muy al Este es Oeste.

Estos grupos colaboracionistas europeos toman a los musulmanes como carne de cañón para su asalto al poder creyendo, como supremacistas europeos, que los salafistas y yihadistas una vez derriben las democracias liberales, los partidos extrema izquierdistas entrarán victoriosos para imponer su modelo social. Ignoran que esta táctica fracasó en 1979 con el apoyo del Tudeh, el Partido Comunista de Irán, a los ayatolás. Estos obligaron a aquellos a repudiar del ateismo y del comunismo y fusilaron a más de cuatro mil militantes izquierdistas. El islamismo en el año 2022 tendrá 14 siglos exactos de experiencia, y la bandera roja del comunismo fue arriada en el Kremlin el 25 de diciembre de 1991 tras haber sido izada en 1917. Los comunistas son unos chiquillos y pardillos y aprendices de brujo frente a la madurez del islamismo.

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Es necesario que aquellos que quieren que Occidente mejore en las libertades y la igualdad de género, progrese económicamente, avance socialmente, y desean relaciones fraternales entre las naciones apoyen explícita e implicadamente a Israel frente a la barbarie islamonazi liderada por la República Islámica de Irán y Arabia Saudita.