El Matrimonio: tu Ayuda Idónea
La palabra nos habla con absoluta claridad. Dispongamos nuestro tiempo y escuchemos atentamente.
Génesis 2:24 : “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Esa es la voluntad de Dios para la vida del hombre y la mujer. La unión en matrimonio de ambos formando un solo cuerpo, hoy en Cristo.
Génesis 2:18 : “Dijo el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él”.
Dios le dio a Eva una rol y una función que cumplir. Cuando Eva comió la fruta prohibida, Dios confrontó a Adán y él se responsabilizó del error. Hoy en día, todo esposo es el principal responsable del hogar. La cabeza de la familia. Debe llevar el orden a toda su casa, los límites, y ser la guía para toda la familia.
Antes de darle una esposa Adán, Dios le dio un trabajo, e instrucciones específicas de obedecer.
Génesis 2:15-17 : “Tomó… Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara.Y mandó… Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás…” .
Dios tenía un propósito cuando creó a Eva, y era la ayuda idónea que Adán necesitaba. Te darás cuenta facilmente cuando alguien sea tu ayuda idónea. Algunas veces debes esperar mayor tiempo hasta que Dios la pone en tu camino. Pero no debes poner tu preocupación en ello. Ponte en las manos de Dios para que él ordene tu vida.
“…Dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne” (Génesis 2:24). Contraer matrimonio y unirse en una sola carne, significa romper todos los otros vínculos y darte totalmente a tu cónyuge. Hay que abrir nuestro corazón y aprender a escuchar a quien tenemos al lado, considerar las posturas de ambos, y encontrar un punto de entendimiento guiado por Dios. La unión involucra el compromiso total de uno con el otro, el respeto, el cuidado, el amor y cariño de cada día, la confianza mutua, el compañerismo, un verdadero compromiso sólido de amarse y cuidarse el uno del otro. La ayuda idónea es una bendición de Dios manifiesta en nuestras vidas.
Fuente: Familia Cristiana
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