Internacional - Cristianos de Nepal sacrifican todo por el evangelio
Un grupo de misioneros y líderes de iglesia, se graduarán este fin de semana de un instituto bíblico en Nepal, quienes están dispuestos a sacrificar todo para llevar las Buenas Nuevas de Jesucristo a su propio pueblo.
Muchos de ellos fueron rechazados por sus familias y expulsados de sus aldeas cuando se convirtieron en cristianos. Aunque el gobierno de Nepal ha relajado algunas de sus leyes religiosas, la persecución continúa en todo el país. Y la elección de una vocación en el ministerio prácticamente garantiza una vida de penurias y privaciones.
Ante la falta de expansión del evangelismo en Nepal, el fundador del instituto bíblico tuvo la visión de discipular a otros para ganar almas para Cristo.
"Cuando comenzamos nuestro ministerio, encontramos que muchas iglesias no tenían ningún líder calificado. También tuvimos la visión de llegar a muchos grupos tribales de Nepal, donde el evangelio no ha sido predicado. Queríamos dotar a los nuevos creyentes con la Palabra de Dios para que pudieran convertirse en líderes efectivos en el ministerio”, dijo el fundador del instituto bíblico.
Según el fundador del instituto bíblico, él y su esposa tuvieron una serie de dificultades para encontrar un lugar donde constituir el centro educativo, debido a la persecución que recibieron por ser cristianos. Ellos tuvieron que cambiarlo de ubicación 21 veces.
Sin embargo, luego pudieron comprar un terreno donde construyeron un edificio permanente, gracias a las ofrendas de ministerios cristianos.
Frutos de fe
Desde 1992, trescientos hombres y mujeres de todo Nepal han logrado convertirse en pastores y maestros de escuela dominical. Otros sirven como misioneros a diferentes grupos tribales, fundan iglesias y discipulan a los nuevos creyentes.
Después de graduarse, estos misioneros, vuelven a servir en sus pueblos de origen. Si ya no son bienvenidos allí a causa de su fe cristiana, ellos reciben asignaciones para trabajar en una comunidad diferente, o incluso con otros grupos étnicos.
La clave del éxito, dice el líder del ministerio, es desarrollar relaciones con la gente en el pueblo y asimilarse.
"Ellos se convierten en una parte de la comunidad. La gente del pueblo ve que trabajan duro junto a los demás. Cuando las personas se enferman, los cristianos oran por ellas. Los creyentes piden a Dios que bendiga los cultivos y de a los habitantes del pueblo buena salud", dijo.
"Cuando la gente oye eso de un cristiano, quiere saber más acerca de su fe. Ellos lo ven como una bendición para su pueblo. Con el tiempo lo aceptan a él y al mensaje del evangelio”.
Algunos graduados del instituto bíblico se encuentran entre los primeros creyentes de sus aldeas. Cuando vuelven a casa, llevan a más personas a Cristo y les ayudan a crecer en su comprensión de la Palabra de Dios.
Un graduado trabaja con la tribu Musahar en una comunidad de la selva, donde la mayor fuente de peligro no es los perseguidores, sino los animales salvajes. Siete familias de la zona han recibido a Cristo, y el año pasado el ministerio celebró un servicio de bautismo para ellos. Ellos se reúnen para el culto, pero no tienen un templo.
Paul, un miembro del pueblo Mondol, fue brutalmente golpeado cuando decidió seguir a Jesús. El líder del ministerio se hizo cargo de él en su casa durante tres meses, y luego lo envió como misionero a la tribu Tharu, ya que no podía volver a su propia comunidad. Él fue allí solo y comenzó a predicar.
Desde entonces, su vida cambió, Paul ha guiado a varias personas a Cristo. El ministerio compró un pequeño terreno y la construcción del primer templo está en marcha.
Cientos de iglesias han sido iniciadas por ex alumnos del instituto bíblico en esa nación.
Fuente: Noticiero Mundo Cristiano www.cbn.com/mundocristiano
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